No hay vida sin sangre
La sangre es tejido vivo y no hay un sustituto que pueda cumplir sus funciones vitales para el organismo. La falta de sangre impacta directamente en la calidad y en la esperanza de vida de muchas personas enfermas que requieren de una o varias transfusiones para sobrevivir.
La Asociación Argentina de Hemoterapia, Inmunohematología y Terapia Celular (AAHITC), en el marco de las celebraciones por el Día Nacional del Donante de Sangre, impulsa una campaña para tomar conciencia sobre el compromiso social que está ligado al acto de donar sangre.
“La donación voluntaria de sangre es un acto responsable e individual, que se lleva a cabo pensando en el beneficio del enfermo”, afirma el doctor Oscar Torres, presidente de la AAHITC y agrega: “la sangre es un recurso terapéutico irremplazable, que se indica como tratamiento para mejorar o salvar la vida de una persona. La disponibilidad de sangre en cantidad y calidad, en el momento justo en que se la necesita, es una responsabilidad colectiva y social. Pensemos solamente en situaciones de riesgo de vida como lo son la hemorragia posparto, un trasplante, una cirugía cardíaca, en las que ese paciente no tenga acceso a una transfusión. Donar sangre sólo en situaciones de emergencia, no es lo adecuado”.
En nuestro país se transfunde un componente sanguíneo cada dos minutos. Se calcula que el 80% de la población necesitará recibir sangre en algún momento de su vida. En el mundo, se realizan 90 millones de transfusiones sanguíneas al año.
“Con estas cifras queda demostrada a importancia de la frecuencia para donar sangre. No alcanza con donar sólo una vez, o cuando nos lo pide un familiar, un amigo o un conocido. La suficiencia de sangre puede alcanzarse si quienes están habilitados, pudieran hacerlo, al menos, 2 veces al año. . Es necesario que la población, tal como lo dice OPS-OMS, tenga conciencia que no es una persona la que necesita disponer de sangre, es el país como un todo el que deber alcanzar la autosuficiencia de sangre y componentes”, puntualiza Torres.
“No hay un sustituto para la sangre humana, la transfusión es un trasplante de tejido vivo. Y sólo detengámonos a pensar, que si no disponemos de este trasplante, tampoco sería posible de realizar otros, como hígado, médula ósea o corazón. Para una persona que tiene una afección que solo mejora a partir de recibir transfusiones cada 10 o 15 días de forma sostenida durante toda su vida, la falta de sangre impacta en su calidad y en su esperanza de vida”, explica el profesional.
La AAHITC trabaja permanentemente en difundir la importancia de la donación voluntaria de sangre a través del Comité de Promoción de la Donación Voluntaria de Sangre. Entre sus múltiples actividades, acompañó la iniciativa de un grupo de alumnos de la Carrera de Técnicos Universitarios en Hemoterapia de la Facultad de Medicina-UBA, para llevar a cabo la campaña gráfica que se lanza en este 9 de noviembre, y que cuenta con la colaboración del Maestro Quino.
“El Comité y la AAHITC se enorgullecen de contar con futuros profesionales del equipo de la Medicina Transfusional en una de sus primeras iniciativas de proyección a la comunidad”, afirma Torres y aclara que la idea de contar con el póster sobre la donación de sangre realizado por Quino, “nació en un ejercicio de clase de la materia Promoción de la Donación de Sangre, en el que Carla Werner, Héctor Pellegrino y Zahira Sotello plantearon la posibilidad de pedir la invaluable colaboración del Maestro. “Ellos mismos, contando con el respaldo institucional de la AAHITC, se pusieron en contacto con Quino, quien permitió el uso de las viñetas y se sumó a nuestra campaña”, comenta.
“Felicitamos a Carla, Héctor, Zahira, a los docentes de la materia y obviamente al Maestro Quino. Ellos, indirectamente han participado en la donación voluntaria de sangre, porque desde otra actividad, colaboran en este acto solidario”, concluye el Dr. Torres.